jueves, 28 de agosto de 2008

- Buscaré encontrar en cada lugar pedacitos de ti.
- Buscaré descubrir a cada segundo del día alguna parte de ti mismo que hayas dejado extraviado en la vorágine del tiempo.
- Necesitaré cada noche dormir recordando tu sonrisa y la alegría con la que enfrentabas el acontecer diario.
- Como la canción que amabas: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
- ¿No necesité siempre encontrarte?
- Muchos dirán que pierdo el tiempo.
- Quizás lo pierdo.
- Pero prefiero dudar a cada segundo, prefiero caer a causa de mi propia soberbia y carencia de sensatez, antes de perderte...

Te amo.

domingo, 24 de agosto de 2008

Me llaman irritable XDD !
¬¬

viernes, 22 de agosto de 2008

El más triste adiós


Mirando al exterior, hundido entre algodón, con los ojos nublados... Mirando sin mirar, a través del cristal, recordando un pasado en el que tú estabas junto a mí. Si pudiera elegir... querría regresar. Aquel tiempo en el que los dos pensamos que este amor no tendría final... Cuando te vi marchar, entendí que la edad había marchitado; la flor de nuestro amor, con tanta fuerza ardió que se había apagado. Mas hoy, te vuelvo a ver marchar, sabiendo que ahora ya no te veré volver. Te vas, te vas, dejándome sin nada que decir, sin nada que ofrecer... Y déjame que te llore en un rincón, sé que así será mejor... Olvidé lo que eras para mí, ahora sólo siento un dolor sin fin. Déjame que te llore en un rincón, sé que así será mejor... Olvidé lo que eras para mí, ahora sólo siento un dolor sin fin. Ahora sólo siento un dolor sin fin... Ahora sólo siento un dolor sin fin...

"Te amo"
Con sublime tono de voz, sutiles movimientos, delicados dedos que recorren la belleza de tan cortas palabras.
"Te amo"
Entre tanta niebla, entre tanta incomprensión, escuchar aquello podía salvarme e impedirme caer...
Pero hoy... hoy no sé :(

Incertidumbre


No sé por qué te espero. No sé por qué escribo. No sé por qué camino. No sé por qué miro el atardecer y le hallo más sentido a la fotografía que a lo que ahora observo en la pared. Es gracioso, el sol tiene la misma forma. Tengo un pedazo de cielo en mi propia habitación, sólo que de yeso y dejando entrever solamente el vacío del hueco que siento en mi propio interior.
Corazón de tiza.
No sé por qué continúo expresándome en palabras que no comprendes. No sé por qué continúo esperando respuestas. No sé por qué el tiempo es tan banal y tan efímero, tan ladrón, escurridizo, imperceptible y agobiante, carente de sentido pero transfigurador de lo real. El tiempo no es nada más que otra forma que encontramos para hacernos susceptibles a la creación del eufenismo del fin. Como el día, como la noche, creamos perspectivas de vida y de muerte inherentes al hombre pero quizás ausentes en todo aspecto de lo real... si en realidad no muriésemos, si en realidad no viviésemos, si en realidad no soñásemos, no estuviésemos aquí? Es demasiado perturbante creer que quizás ni siquiera existimos? Porque aunque respire, hable, camine, me alimente... me siento menos viva que nunca...
Respiro. Pausa. Es totalmente comprensible que la incomprensión se genere en esta cabeza propensa a tanto cuestionamiento inoportuno.
No dijo Segismundo que la vida es sueño? (no sé por qué lo cito a él, otro ser ficticio... vivimos de ilusión, si es que en realidad vivimos)... no dijo Segismundo que el hombre vive en constante ensoñación? En una ilusión inverosimil, en un vaivén de fantasía y realidad que acaba cuando despertamos, cuando dejamos de pensar... de crear e imaginar.
Escribo cosas sin sentido, es la hora, el sueño, el cansancio, la angustia.
Se está volviendo loca...

jueves, 21 de agosto de 2008

Desilusión

Sentir que caes desde el firmamento. Percibir el impacto del golpe, la sangre fluir por entre las pieles rasgadas, el miedo apartándose de tus nervios, dejando en tu sistema el residuo impreciso de una cuota falsa e inoportuna de adrenalina... vacío.
Sin siquiera poder decir qué se siente estar en lo alto y caer.
Te perdiste nuevamente, y esta vez, para siempre.
Y la venda cae nuevamente de los ojos...


miércoles, 20 de agosto de 2008


Por qué continúo esperándote? Te encuentras tan lejos ya.

Te extraño tanto en este mismo instante. Bebo té y en el reflejo del líquido translúcido del tazón diviso el rostro de una extraña derramando lágrimas.

Por qué llora? Por qué espera?

Porque te ama, y cree en ti.

Porque te necesita, vive de mentiras e hipocresía para darte una oportunidad más para regresar. Y te busca en la oscuridad, te busca en todas partes, te busca entre la gente, te busca en la ausencia, en el sonido y en el silencio, en el cielo y en el suelo, de haber caido quizás... te busca en su vida y en la de otros, te busca en el recuerdo y dibuja tu nombre en el futuro.

Y tú? Dónde estás?

Tu cuerpo, a cientos de kilómetros de aquí. Tu presencia, oculta tras las sombras de la pared. Tu recuerdo, pendiendo de una fotografía. Tu voz, grabada en la cinta de la última víspera navideña. Tus caricias, en las manos que aprendí de memoria, en la mirada que cada noche busco en mi retina... tus palabras, en cada "te quiero" que dijiste. Ya ni siquiera recuerdo un "te amo".

Dónde estás? Te pregunto esto hace tanto tiempo... cuesta tanto, acaso, contestar? no bastaría simplemente una señal para mi entendimiento? Dónde estás? Te necesito tanto, te extraño tanto, y todo parece tan superfluo y extraño, ya ni llorar gritando tu nombre a ojos cerrados me ayuda a visualizarte mejor.

Sí, te vas perdiendo, pero a causa del dolor, del sopor, de la inactividad, de la inoperancia y la incompetencia. A causa de extrañar tus caricias, a causa de necesitar en este momento con tanto apremio un abrazo. A causa de añorar aquellas tardes dominicales en que dormía recostada y aferrada a tu regazo.

Despierto cada mañana... descanso cada noche... el tiempo continua avanzando, y todavía ni siquiera tienes intenciones de regresar.

No me culpes por cambiar.



sábado, 2 de agosto de 2008

2004






Es sólo que te extraño. Es sólo que el día a día se hace más pesado. Es sólo la curiosidad de intentar saber cómo despertaría si regresaras. Es sólo que aún necesito fuerzas. Es sólo que vivo alimentándome de recuerdos, que ingiero susceptibilidades, que me ahogo en momentos, que lloro tristeza y plasmo su color en cientos de fragmentos, que tanto papel no basta para bosquejar alguna nueva idea que nos permita sonreir. Es sólo que hoy acudí a aquel mundo olvidado. Es sólo que encontré refugio en el instante que más perpleja me ha dejado. Es sólo que busco tu compañía por sobre el gesto de tu triste rostro. Es sólo que tengo ganas de hablar. Es quizás el tiempo, la época, la pared, lo que pende del universo, lo que encuentro en cada detalle que observo. Es sólo que hoy necesité tristemente correr a buscarte en el sol. Es sólo que hoy sentí necesidad de escuchar tu voz. Es sólo que mi evocación de tus palabras constituye meramente una triste muestra de tu ausencia. Es sólo que te has perdido de tanto. Cambiante, vertiginoso, el tiempo ha enterrado ya tantas figuras. Hoy sólo quedan sus sombras, sombras que se desvanecen al desaparecer el sol, al extinguirse la luz. Quizás hoy habría sido una buena oportunidad para que aparecieses, como antes. Es que, a veces, duele tanto recordarte, que preferiría, en otras tantas ocasiones, que te mantuvieses lejos para no sentir ansia alguna de retener tu adiós en mi memoria. Pero es imposible. Estás atado a mi corazón. Que el tiempo existe y muere en tu nombre, que no hallo sentido a tanta tristeza, de no estar tú para intentar comprenderla. Falta tu cuota de realidad, tu inefable manera de hacerme sentir que todo estaría bien. El mundo caía a pedazos, pero al menos estabas aquí, para intentar reconstruirlo al terminar la masacre. Y, ahora qué? Sin tu voz, sin tu sonrisa, sin tu vida, sin tus mentiras y promesas de permanencia, sin tu sincera preocupación, sin tu valor, sin esa precaución de hacernos saber que la vida existe más allá de la eternidad. Sin tu risa, sin tus enojos, sin tus vicios, sin tu mirada de asombro, sin tu infinita dedicación, sin tu magnífica manera de hacerme sentir como una niña, no importando cuántos inviernos he presenciado. Sin ti. qué podré hacer? Llevo dos años y medio preguntándomelo. Y así se pasa el tiempo. Y así busco de nuevo refugio en el recuerdo. Y así encuentro otra vez aquel mundo olvidado, aquel instante robado, aquella palabra callada, aquel sonido ausente. Y te veo, parado en la entrada de la habitación, preguntándote qué podría estar haciendo, a punto de hablarme, buscando las palabras precisas para recordarme que aún quedan muchos naufragios a los cuales sobrevivir.Y te has ido. Observaste como caía una lágrima en nombre de aquello que me gusta denominar "amor en ausencia". Preferiste partir antes de verme llorar. O, al menos, eso creo yo. Será que me estoy volviendo loca?Loca, no. Sólo realista. En concordancia con lo que siempre he creído: que sigues aquí. Sólo que no puedo escucharte, ni verte, pero puedo hablarte, cantarte, contarte cómo han sucedido las cosas desde el instante en que creí que te había perdido para siempre. De haber perdido la cordura, en este momento estaría abrazándote... hace ya bastante tiempo no me dedicaría cada tarde a idear palabras nuevas que quisieses comprender. Quiero escuchar tu voz. Hace tanto tiempo que busco de manera desesperada encontrar en el viento algún sonido parecido a tu especial manera de hablar. Y es que había algo mágico en nuestra unión. Había felicidad. Y créeme que recién hoy comprendí que tan grande es el vacío que dejaste en nuestras vidas cuando te marchaste (aunque no haya sido por tu propia voluntad). Todo parece haber tenido más sentido hasta un mes antes de la fecha de la fotografía. Porque recuerdo bien cada relato, cada fragmento de esa historia que a nadie le he contado, que nadie conoce excepto nosotros, aquellos por los cuales continúas aquí.Y aunque pase más tiempo, y aunque nuevas personas lleguen a formar parte de nosotros, aunque logre alcanzar todos aquellos sueños que antes de dormir te cuento deseo cumplir, nunca seré (seremos) tan feliz (felices) como ese año. Fue el otoño más cálido, un invierno impregnado de primavera. Y aún siento tu tibia mano sobre esta carita, que disfrutaba apoyar su cráneo en tu pecho, sólo para sentirte cerca. Es la vida que quiero llevar, que quiero vivir, aunque sea sólo por las noches, cuando las estrellas me permiten recordar.Podría estar horas y horas escribiéndote. Pero llegué al punto (como siempre) en que ya no le hallo sentido, si nunca me dirás qué piensas de todas las cartas que te he escrito. Es sólo que te extraño. Es sólo que me gusta imaginar qué tan feliz serías al observar que tan prolifera fue la cosecha de bendiciones y alegrías que un día sembraste a orillas del camino, que forjaste antes de partir. Es sólo que ya no sé qué hacer. Es sólo que hoy recuerdo enero. Y que no estás para recordarme que debo mantenerme en pie.

viernes, 1 de agosto de 2008

Està lloviendo


El sonido del agua al repicar contra el techo de la habitación me mantiene absorta. Cae desde el cielo vida. Aumenta el ritmo. Declina. Cortina de humo cristalizado se cierne sobre los grises y ahumados tejados de la ciudad. Quisiera salir. Abrir las ventanas supone un riesgo, pero no el suficiente para sentir como cada gota de agua entrega nuevas perspectivas a cada ser sobre el cual se posa el rocío del llanto de un mundo que no deja de gritar en silencio.