miércoles, 20 de agosto de 2008


Por qué continúo esperándote? Te encuentras tan lejos ya.

Te extraño tanto en este mismo instante. Bebo té y en el reflejo del líquido translúcido del tazón diviso el rostro de una extraña derramando lágrimas.

Por qué llora? Por qué espera?

Porque te ama, y cree en ti.

Porque te necesita, vive de mentiras e hipocresía para darte una oportunidad más para regresar. Y te busca en la oscuridad, te busca en todas partes, te busca entre la gente, te busca en la ausencia, en el sonido y en el silencio, en el cielo y en el suelo, de haber caido quizás... te busca en su vida y en la de otros, te busca en el recuerdo y dibuja tu nombre en el futuro.

Y tú? Dónde estás?

Tu cuerpo, a cientos de kilómetros de aquí. Tu presencia, oculta tras las sombras de la pared. Tu recuerdo, pendiendo de una fotografía. Tu voz, grabada en la cinta de la última víspera navideña. Tus caricias, en las manos que aprendí de memoria, en la mirada que cada noche busco en mi retina... tus palabras, en cada "te quiero" que dijiste. Ya ni siquiera recuerdo un "te amo".

Dónde estás? Te pregunto esto hace tanto tiempo... cuesta tanto, acaso, contestar? no bastaría simplemente una señal para mi entendimiento? Dónde estás? Te necesito tanto, te extraño tanto, y todo parece tan superfluo y extraño, ya ni llorar gritando tu nombre a ojos cerrados me ayuda a visualizarte mejor.

Sí, te vas perdiendo, pero a causa del dolor, del sopor, de la inactividad, de la inoperancia y la incompetencia. A causa de extrañar tus caricias, a causa de necesitar en este momento con tanto apremio un abrazo. A causa de añorar aquellas tardes dominicales en que dormía recostada y aferrada a tu regazo.

Despierto cada mañana... descanso cada noche... el tiempo continua avanzando, y todavía ni siquiera tienes intenciones de regresar.

No me culpes por cambiar.



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