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Cuelgan desde el cielo los hilos infinitos que coordinan nuestros movimientos. Dejemos de ser marionetas de esta eterna obra de teatro. Dejemos de pretender, de actuar: neguemos a nuestro personaje. Y que éste escape a enterrarse en la tumba que yo misma excavo, para esconder mi pasado, para revivir el ayer.- & Sonriamos de nuevo. Quiero sonreir . Y, aunque sé que es difícil hacerlo cuando no se desea completamente, las montañas si pueden moverse, la tierra puede ser cuadrada, el cielo puede ser mar, y el mar puede ser tierra, cuando lo firme se vuelve tan translúcido y fluido como el agua salada que baña el litoral; la fuerza de gravedad puede ser nula, así como un fuido perfecto puede existir. Nada es imposible, mientras nos dediquemos a construir puentes, caminos, escaleras, túneles, vías ferroviarias, medios de transporte que nos lleven al infinito cuando nuestros pies no estén dispuestos a caminar más. Dejemos que el tiempo sea el encargado de poner los obstáculos, de destruir las vías, de limitar. Que mientras creamos que somos seres que manejamos lo que existe a nuestro libre albedrío, el tiempo es sólo una palabra, y todo lo que involucre son sólo sílabas, lenguajes que no constituyen un inventario de lo existente en nuestro mundo, sino idiomas que nos permiten crear diversas realidades, realidades en las que, en cualquier momento, podemos vivir.