miércoles, 10 de septiembre de 2008

Desahogo

Deberías de estar aquí.
Deberías de continuar aquí. No sé por qué ahora escribo, pero es que tengo rabia-pena-tristeza en combinación peligrosa.
Por qué te fuiste? Aunque lo tengo claro, cuesta aceptar, cuesta entender que aquello que más amamos no se encuentre físicamente junto a nosotros...
Miro las fotografias y hay un espacio vacío.
Y la ausencia se hace patente al recordar.
Duele mucho más que antes... el tiempo continúa pasando y aquellos espacios continúan vacíos, inertes, perennes en la imagen de un ayer que, en ese entonces, prometía que el futuro estaría lleno de felicidad, a tu lado.
Es difícil continuar en pie cuando el pilar que te sostenía se derrumba.
Y aunque quizás continúo viva, no estás aquí para recordarme por qué era necesario permanecer.
Te extraño más que nunca, y realmente no sé qué hacer.
Si durante el trayecto te ausentas, qué sentido tiene que en el final aparezcas? Si cuando más te necesito, no puedo verte ni abrazarte, si cuando más te extraño no soy capaz siquiera de llorar porque creo te puedo lastimar.
Dónde estás?
Según la foto, en diciembre quizás estabas en Puerto Montt. Quizás.
Te amo, para siempre.

No hay comentarios: